El espejo de un sueño
Ni un día viví sin verte,
tiempo atrás, melancolía,
y ella, mi pluma, (hoy inerte),
rebosaba de alegría.
Ahora al llorar su muerte
entiendo por qué escribía:
«No te fíes de la suerte
que tu suerte no es la mía».
© por CMC, 2005.
Wow me gustó mucho! Saludos
a mi tambien!
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